Masa de pizza: la receta para una masa ligera, llena de burbujas y con poca levadura

Preparar una auténtica pizza italiana es todo un arte, y la clave para una experiencia culinaria inigualable radica en la masa. Hoy te traigo la receta para la mejor masa de pizza que podrás hacer en casa, y lo mejor es que el secreto está en usar poca levadura.

Esta masa será ligera, llena de burbujas y con un sabor incomparable. Cuando se trata de hacer pizza, la masa es el alma del plato. Una masa bien preparada es la base perfecta para cualquier combinación de ingredientes, y aquí te enseñaré cómo lograrla.

Cómo preparar Masa de pizza

La diferencia en esta receta es que usaremos una cantidad mínima de levadura, lo que resultará en una masa más ligera y aireada, perfecta para cualquier ocasión.

Ingredientes:

  • 1 kg de harina
  • 750 ml (3 tazas) de agua
  • 1 cucharada de sal
  • 15 gramos de levadura fresca o 6 gramos de levadura seca
  • 1 cucharada de azúcar
  • 3 o 4 cucharadas de aceite de oliva

Para la salsa de pizza:

  • 1 lata de tomate cubeteado (o triturado)
  • Orégano
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • 2 dientes de ajo
  • Queso mozzarella cantidad nec.

Preparación:

  1. Comenzamos mezclando el agua con la levadura, el azúcar y la sal en un recipiente grande. Asegúrate de que la levadura se disuelva completamente en el agua.
  2. Agrega el aceite de oliva a la mezcla y revuelve bien.
  3. Ahora es el momento de añadir la harina. Vierte el kilogramo de harina en la mezcla líquida. No es necesario amasar la masa en este punto, simplemente intégrala bien hasta que no queden grumos. Si lo prefieres, puedes tamizar la harina antes de incorporarla.
  4. Deja reposar la masa durante 20 minutos. Verás cómo cambia su textura y se vuelve más suave y manejable.
  5. Pasados los 20 minutos, dobla la masa sobre sí misma unas cuatro o cinco veces. Este proceso ayudará a integrar aún más los ingredientes y a desarrollar la estructura de la masa.
  6. Deja reposar la masa nuevamente durante otros 20 minutos. Notarás que se vuelve aún más suave y maleable.
  7. Cubre la masa y guárdala en la heladera durante toda la noche. Este reposo en frío permitirá que los sabores se desarrollen y que la masa alcance su punto óptimo de fermentación.
  8. ¡Y eso es todo! Al día siguiente, tu masa estará lista para ser estirada y convertida en deliciosas pizzas. Horno a 200°C y eso es todo. Acompáñala con tu salsa y ingredientes favoritos, y hornea hasta que esté dorada y crujiente.

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Preparación de la salsa

  1. Calienta un poco de aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Agrega los dientes de ajo picados y saltea hasta que estén dorados y fragantes.
  2. Vierte la lata de tomate cubeteado o triturado en la sartén. Cocina a fuego lento durante unos 10-15 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que la salsa se reduzca y espese ligeramente.
  3. Agrega una pizca de sal y espolvorea orégano al gusto sobre la salsa. Mezcla bien para asegurarte de que los sabores se integren por completo.
  4. Cocina la salsa a fuego lento durante otros 5 minutos para permitir que los sabores se mezclen aún más y la salsa alcance su punto óptimo de sabor.
  5. Retira la salsa del fuego y déjala enfriar ligeramente antes de usarla como base para tus pizzas.

Con esta salsa casera, tu pizza estará repleta de sabor y frescura. Úsala como base sobre la masa que preparamos anteriormente y agrega tus ingredientes favoritos. ¡Disfruta de tu pizza casera con una salsa auténtica y deliciosa!

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